Ante la reciente culminación de una de las series de mayor prestigio y requerimiento económico para participar en ella, la Triton Poker Super High Roller Series nos plantea algunas interrogantes interesantes: ¿Por qué no vimos a muchos de los TOP Regs acudir a Montecarlo?
Todos los que amablemente nos acompañaron durante el seguimiento que hicimos a la Triton Poker Super High Roller Series que de manera reciente, tuvo su sede en el Monte-Carlo Sporting / Salles Des Étoiles en Montecarlo, pudieron soñar con nosotros e imaginar el glamour y lujo que conlleva participar en la que podría ser una de las series de mayor requerimiento económico para participar.
Además, por supuesto, todos pudimos soñar durante algunos momentos el impacto que tendría en nuestras vidas ganar un título de dicha serie, considerando los enormes premios que se entregaron a sus campeones: por solo mencionar a uno, Bryn Kenney ganó el Main Event con una recompensa de US$4.410.000.
Aunque vimos presentes a muchos jugadores pertenecientes a la élite mundial del juego, entre los que encontramos a Adrián Mateos (España), Artur Martirosian (Rusia), Patrik Antonius (Finlandia), Mikita Badziakouski (Bielorrusia), Fedor Holz (Alemania), Phil Ivey (Estados Unidos), Sam Greenwood (Canadá) y Stephen Chidwick (Reino Unido), podemos preguntarnos por que no vimos a muchos otras de las grandes figuras del póker internacional…
¿Por qué jugadores de la talla de Phil Hellmuth (Estados Unidos), Yuri Dzivielevski (Brasil), Daniel Negreanu (Canadá), entre algunos otros, brillaron por su ausencia?
La razón es bastante simple, dentro de lo que cabe esperar: viajar alrededor de todo el mundo para jugar los mejores torneos de póker requiere de una gran disponibilidad de tiempo y de una gigantesca capacidad económica para afrontar todos los gastos y por supuesto, los vaivenes de la varianza que como bien sabemos a estas alturas, es bastante más pronunciada cuando se juega torneos presenciales.
La opinión de dos respetados profesionales.
El mismo Phil Hellmuth (Estados Unidos) se ha pronunciado respecto a este tema: viajar por el mundo para jugar torneos de póker de alto nivel lo mantendría alejado de su familia, además de golpear severamente su banca en los momentos más complicados.
Por su parte, el crack del póker en línea, Yuri Dzivielevski (Brasil) también ha comentado un punto bastante similar en torno a esta situación: la cantidad de recursos que se deben invertir para ello son enormes, tanto de tiempo como de dinero.
El incluso profundizó en cuanto al tema de que realmente pocos jugadores a nivel mundial tienen la capacidad monetaria de afrontar todos los costos que implica jugar por entradas tan altas y en las sedes más exclusivas.
Y estos mismos puntos podrían aplicarse fácilmente al póker local. Sin necesidad de pertenecer a la élite del póker mundial, los jugadores de póker de una comunidad enfrentan los mismos desafíos: un desgaste importante de la banca debido al alto coste que implica cubrir los gastos viáticos de cada viaje, además de las entradas a los torneos en donde se participará. Si tomamos en consideración que lo habitual es entrar a cobros solamente entre un 10 y un 15% de las veces y que la mayor parte del tiempo lo más habitual es regresar a casa con las manos vacías (y puros gastos), es fácil darse cuenta de lo extremadamente complicada que es la tarea.
¿Significa que sea imposible? Por supuesto que no. Muchos jugadores de póker profesionales y recreacionales en todo el mundo lo hacen, pero la proporción en términos generales, es la de una minoría que lo consigue.
¿Cómo lo lograron entonces? Pues con muchísimo trabajo, esfuerzo y dedicación y también en muchas ocasiones ayudándose de financiamiento externo. Esto puede ser una buena alternativa para aliviar la fuerte presión económica que trae participar en los torneos de póker de la élite mundial.