El chileno Sebastián Martínez cerró la WSOP Circuit Panamá desde lo más alto posible: además de conquistar dos anillos de oro, se quedó con el primer lugar del ranking de jugadores de la parada, el “Most Valuable Player of the Series / Top Jugador”, con 532 puntos y cuatro cobros registrados.
En una serie disputada en el Hilton Panama Hotel y el StarBay Casino, con 12 eventos de anillo entre el 6 y el 15 de noviembre, el ranking se convirtió en el termómetro definitivo para medir quién fue realmente el protagonista de la visita del circuito a Centroamérica.
Un festival con anillos, paquetes a Bahamas y un MVP de 10.000 dólares
La parada panameña del WSOP Circuit llegó con un formato muy atractivo: cada campeón de evento con anillo, además del trofeo y el cobro correspondiente, recibió un paquete “Ticket to Paradise” valorado en US$5.000 para disputar la WSOP Paradise en Bahamas, en reemplazo del clásico “torneo de campeones” de temporadas anteriores.
A esa estructura se sumó un ranking interno de jugadores, pensado para premiar el rendimiento global a lo largo de la serie y no solo un resultado aislado. Desde la previa se promocionó como “WSOP Panama MVP – Most Valuable Player” y se anunció que el líder final se llevaría un trofeo especial “y +10k”, es decir, un bonus de US$10.000 añadido a los premios acumulados en las mesas.
En ese contexto, el ranking no fue un simple cuadro estadístico, sino una competencia aparte que acompañó a la lucha por los anillos y los paquetes a Bahamas.
Cómo funcionó el ranking de la WSOP Circuit Panamá
El sistema se diseñó con tres variables claras, tal como explica el reglamento del propio ranking mostrado en la serie:
- Monto del buy-in – los torneos más caros otorgan más puntos.
- Tamaño del field – cuanto más jugadores enfrente un participante, más valor tienen esos puntos.
- Posición final – a mayor profundidad en el torneo, mayor recompensa.
La fórmula utilizada fue:
Puntos = LN(Tamaño del field) × √(Buy-in) × Factor de posición
El “factor de posición” es una curva que premia de forma especial los puestos de podio: por ejemplo, el campeón recibe un factor de 1,00; el subcampeón, 0,82; el tercer lugar, 0,72, y así sucesivamente. El logaritmo natural del tamaño del field evita que los torneos masivos disparen desproporcionadamente el puntaje, y la raíz cuadrada del buy-in equilibra el peso de los eventos más caros sin que dominen por completo el ranking.
Además, el sistema incluyó un requisito de elegibilidad: solo aparecen en la tabla oficial los jugadores que cobraron en al menos tres eventos distintos. Los demás pueden haber sumado puntos, pero no son considerados para el ranking final. La tabla se lee con cuatro columnas clave:
- Total de puntos: suma de todas las participaciones.
- Cashes: cantidad de torneos en los que el jugador entró en premios.
- Puntos elegibles: total de puntos si se cumple el mínimo de tres cobros (cero si no lo alcanza).
- Ranking: posición final solo entre los jugadores elegibles.
Bajo estas reglas, el sistema buscó ser “justo y transparente”, premiando la combinación de volumen, regularidad y resultados fuertes en torneos relevantes.
La serie de Sebastián Martínez: dos anillos que pesaron más que nadie
Martínez construyó su liderato en torno a dos títulos que marcaron la parada canalera:
- Evento #6 – High Roller PKO US$2.500.
El chileno se impuso en un field de 86 entradas en el High Roller Progressive Knockout, derrotando en el heads-up al estadounidense Michael “The Grinder” Mizrachi, actual campeón del Main Event de la WSOP 2025. Por esa victoria se llevó el anillo, un premio de US$33.275 por posición, US$5.575 adicionales en recompensas por eliminaciones y un paquete para la WSOP Paradise Bahamas estimado en US$5.000. - Evento #10 – Super High Roller NLH US$3.500.
Días después, Martínez volvió a levantar un anillo en el Super High Roller, un torneo de 35 registros y uno de los buy-ins más altos del festival. Se quedó con el título tras vencer en el mano a mano al dominicano Francis Cruz y sumó US$38.770 y otro paquete a Bahamas valorado en US$5.000.
Estos dos resultados, ambos en eventos caros y de alta exigencia, se ajustan perfectamente al corazón de la fórmula del ranking: buy-ins elevados, fields competitivos y primeras posiciones. A partir de allí, el chileno completó su actuación con otros cobros en la serie hasta acumular 532 puntos y cuatro cashes, cifra que ningún otro participante pudo igualar según la tabla oficial que cerró el festival.
Más allá de los números, el recorrido de Martínez dejó una narrativa clara: primero se apuntó el High Roller PKO frente a una mesa final plagada de campeones mundiales, y después selló su dominio en el Super High Roller, consolidando una “serie redonda” que lo convirtió, con méritos suficientes, en el jugador más valioso de la parada.