Con todas las medidas de bioseguridad prestas a aplicarse, los organizadores de torneos en las principales ciudades de Colombia ya empiezan a convocar a la comunidad de jugadores de poker para competir por interesantes garantizados. Esta semana, bajo la dirección del reconocido Jhon Alexander Barrera, el Casino Bacatá Towers invita a un notorio evento con un garantizado de 9 dígitos, en el que se espera la presencia de la élite del país cafetero.
El poker presencial colombiano ya baraja para volver a repartir
Sumándose a la dinámica de reapertura de los distintos sectores que activan la economía en el país, los organizadores de torneos y administradores de las distintas salas de poker en Colombia, empiezan a jugarse sus cartas para la reapertura de sus agendas. Luego de la exitosa convocatoria adelantada por el club bogotano Barber Pits para su garantizado 50M, que reseñamos en días recientes, este martes se abre una nueva cita de gala para la élite de esta disciplina mental en el país andino.
Nos referimos al atractivo torneo con una bolsa garantizada inicialmente en 100 millones de pesos (unos 28.500 dólares), al que convoca el casino Bacatá Towers, situado en pleno centro financiero de la capital colombiana. El evento se desarrollará bajo la dirección del reconocido Jhon Alexander Barrera, siempre garante de cumplimiento; con pergaminos tan contundentes como la exitosa edición del Jackie»s Poker Tour 2020, que hizo pagos efectivos por más de 1 millón de dólares en el Sortis Hotel Spa & Casino de Panamá, justo antes de que la pandemia del Covid-19 obligara al planeta a adoptar restrictivas medidas de confinamiento.
El certamen se extenderá entre el martes 15 y el domingo 20 de este mes, con cuatro vuelos clasificatorios programados, tras los cuales se adelantará el Día 2, con los clasificados de todas las rondas, seguido de una sesión de cierre, reservada para el desarrollo de la mesa final de la competencia. El costo de inscripción será de $800.000 (alrededor de 230 dólares), sobre el cual se cobra una comisión de organización (rake) de $100.000 (US$28,5) y al que se puede adicionar un «dealer bonus» de $30.000 (US$9), con el que se incrementan las fichas del stack inicial del jugador.
Como incentivo adicional, el torneo tendrá premios especiales para los dos mejores clasificados en los vuelos 1A (martes) y 1B (miércoles). La primera sesión de clasificación entregará $10.000.000 (US$2.860) en estas bonificaciones: $7.000.000 (US$2.000) para el chipleader y $3.000.000 (US$860) para su escolta. El miércoles, los pagos serán de $3.000.000 (US$860) y $2.000.000 (US$570) para los dos mejores del chipcount, en su orden.
Como alternativa a este torneo central, la organización del Bacatá Towers ha incluido también en su programación un Second Chance, a disputarse entre sábado 19 y domingo 20, con una ronda de clasificación en la primera fecha y la mesa final reservada para la segunda sesión, en simultánea con la definición del Evento Principal.
Invitaciones abiertas en las principales ciudades del país
Si bien las citas más atractivas de la cartelera en este período de reactivación de las competencias presenciales de poker en Colombia se vienen dando en Bogotá, como resulta lógico por tratarse de la ciudad más central y con mayor público de jugadores en el país, otras plazas como Medellín, Cali y el Eje Cafetero también adelantan interesantes convocatorias para la comunidad de jugadores locales y visitantes de poblaciones vecinas.
En la Capital de la Montaña (Medellín), la sala Joker Club tendrá en juego un garantizado de $20.000.000 (US$5.700), con un costo de registro de $200.000 (US$570), competencia que tendrá lugar entre el martes 15 y el sábado 19. El torneo tendrá cuatro vuelos de clasificación y finalizará con el Día 2, al que estarán citados todos los jugadores que superen la fase inicial. El club anfitrión ya realizó con éxito varias versiones de competencias similares en el segundo semestre del año anterior, cuando las afugias de la pandemia también dieron tregua para que los jugadores paisas volvieran a entusiasmarse con competencias de largo aliento en las mesas.
En la Sultana del Valle (Cali), la convocatoria de eventos viene siendo liderada por el club Macau, ubicado en el céntrico sector del barrio Granada. Allí, la programación regular de la sala, con garantizados semanales de $10.000.000 (US$2.860) y $20.000.000 (US$5.700) viene avanzando con buena participación, y se anuncia para próximos días la realización de un torneo que tendría en juego una bolsa inicial de $100.000.000, para el cual aún no se define una fecha exacta.
En condiciones muy similares se viene adelantando la reapertura en la Perla del Otún (Pereira), conocida también como «La Capital del Eje Cafetero», por tratarse de la ciudad más céntrica y con mayor actividad económica y comercial de esa región. En esta zona es el club Bora Bora el que más atrae la atención de los jugadores locales y de visitantes de poblaciones vecinas como Cartago, Armenia, Manizales, el norte del Valle y otras de lo que se conoce como «el Viejo Caldas», que comprende los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío.
Protocolos de bioseguridad y medidas de autocuidado, la prioridad de los anfitriones
Si bien el entusiasmo por la reactivación de las competencias presenciales resulta notorio, tanto para jugadores como para organizadores de eventos en la comunidad del poker colombiano, es imposible desconocer que las cifras de contagios y mortalidad relacionadas con la pandemia del Covid-19 siguen siendo alarmantes en todo el territorio nacional. Por ello, es literalmente vital que los eventos que se vienen realizando en las principales ciudades del país se apeguen estrictamente al cumplimiento de todos los protocolos inherentes a medidas de bioseguridad para evitar que las citas en las mesas se conviertan en eventuales focos de contagio.
Al respecto, en conversaciones sostenidas informalmente con administradores de salas de juego y practicantes de esta disciplina mental, hemos recibido un parte de tranquilidad frente al uso de elementos de desinfección como alcohol y gel para reducir al mínimo los riesgos de infección del virus a través del uso de elementos como barajas y fichas de juego. También hemos sido notificados de la eficaz exigencia del uso de tapabocas, tanto para los participantes en las partidas, como para los dealers y personal de logística de los establecimientos en los que se éstas se adelantan. En el mismo sentido, se han mantenido medidas que evitan aglomeraciones y propician el distanciamiento social prudente en el desarrollo de torneos y sesiones de cash, como la reducción del número de jugadores por mesas y la restricción del ingreso de acompañantes para los visitantes de las salas.
