Joanello se consagró en las KSOP Río de Janeiro para lograr su primer gran triunfo en los paños

(Imagen por cortesía de MundoPoker)

El paranaense Luiz Joanello se impuso en el Evento Principal de las King Series of Poker, luego de superar  una mesa final en la que enfrentó a verdaderos sharks del poker sudamericano, entre los que se contaron los argentinos Martín Piñeiro y Ezequiel Waigel. Con su victoria en el heads up contra el carioca Walter Oaquim, el padre del campeón mundial, Paulo Joanello, selló el primer título de esta magnitud en su carrera y se hizo a un premio de R$275.000, modificado por un deal en el 5-handed.

Joanello alcanzó en Río un triunfo que comprueba que en los paños, los padres pueden ser los herederos de sus hijos

Luiz Joanello, jugador proveniente de Curitiba, en el Estado de Paraná; consiguió este martes el primer gran triunfo de su carrera como jugador de poker; al imponerse en el Evento Principal de la parada de las King Series of Poker (KSOP) disputada en la capital carioca, con la cual se cierra la temporada para este relevante circuito del calendario brasileño.

Si bien Joanello se define a sí mismo como jugador recreacional, consiguió esta sonora victoria tras superar en la mesa final a sharks de la talla de los argentinos Martín Piñeiro, Franco Vizzotto y Ezequiel Waigel; una proeza para la que seguramente contaron mucho las enseñanzas que debe haber recibido de su hijo, el profesional Paulo Joanello, quien ya cuenta entre sus logros la consecución de un brazalete dorado de campeón en las World Series of Poker (WSOP) 2021.

Para hacer aún más emotiva esta historia, mientras Luiz definía su suerte en el Evento Principal, su hijo y mentor pokerístico disputaba también la instancia final en el High Roller de este mismo serial. Si bien el menor de la dinastía supo arreglárselas para quedarse con el trofeo de su competencia, los medios que registraron el evento dan fe de que el campeón del torneo US$1.500 NLH Fifty Stack en la Serie Mundial de 2021 (US$321.917), lució por momentos más ansioso por alentar a su padre, que por buscar su propia gloria.

Los dos campeones de la dinastía Joanello (imagen cortesía de MundoPoker)

Para que se concretara esta inédita historia en las KSOP, Luiz consiguió terminar en poder de todas las fichas en el Evento Principal, gracias a su victoria en el heads up sobre el local Walter Oaquim. Con el título, Joanello se llevó un premio de R$275.000, junto con el rutilante trofeo de campeón. A su vez, el escolta obtuvo R$225.000, gracias a su presencia en la definición. Los finalistas recortaron los saltos de cobros durante el mano a mano final, después de que se hubiera establecido también un acuerdo para dividir más equitativamente el pozo cuando se jugaba el 5-handed.

El podio del torneo se completó con el reconocido shark argentino Martín Piñeiro, quien se aseguró R$134.000 con su tercer lugar. Los cuatro finalistas del país del tango terminaron en puestos contiguos su intervención en el torneo central de esta edición de las KSOP. Antes de la salida de Piñeiro, Franco Vizzotto se había despedido en el 4-handed, de modo que le correspondió un pago de R$110.000. Por su parte, Ezequiel Waigel, otro as en el contexto del poker argentino, pudo afirmar que no hay quinto malo, gracias a los R$100.000 que le dejó esa ubicación en el torneo. Juan Klas no desentonó y facturó R$45.000 por su sexto lugar.

Un campeón que alcanzó el trofeo gracias a su pasión por el juego y los consejos de su hijo

En sus declaraciones a MundoPoker, medio encargado del cubrimiento de los eventos de las KSOP en esta temporada, el emocionado campeón explicó: «Ésta es una emoción indescriptible. Es la primera vez que gano un torneo de esta magnitud. Juego a veces, pero siempre muy recreativo, así que nunca había ganado una competencia de este nivel. Es demasiada felicidad».

Respecto al acompañamiento de su hijo, no solo para alentarlo ante el reto de la mesa final que enfrentaba; sino como principal influenciador de su incursión en el poker de alta competencia, Joanello fue elocuente: «Tomo muchos consejos de él. Fue Paulo el que me llevó al primer club que visité y me enseñó a jugar. Escucho sus enseñanzas, porque no soy un erudito en esto. Él es un profesional, le gusta mucho más el poker y lo estudia. Yo soy simplemente un jugador recreativo. Me gusta divertirme y eso es todo».

Y así, por simple diversión y dándole rienda suelta a su pasión en los paños, Luiz logró superar a rivales de la talla de Marcelo Medeiros y los demás sharks que mencionamos en apartes anteriores de esta nota: «Me divertí mucho cada día que jugué. Tuve que utilizar cuatro entradas para clasificar. Luego tuve suerte durante los días 2 y 3 y la final fue maravillosa».

Los finalistas del torneo central en esta edición de las KSOP (imagen por cortesía de MundoPoker)

Por su espíritu de juego y su sencillez en la mesa, Luiz despertó mucha simpatía entre los rivales a los que enfrentó, especialmente en la instancia definitiva. Cuando concluyó el mano a mano, el campeón recibió un emotivo abrazo de felicitación del argentino Franco Vizzotto, un gesto que resumió esa afinidad que despertó el posterior campeón entre los que compartieron los paños con él. En ese sentido, Joanello tampoco se ahorró palabras de agradecimiento: «Encontré a todos muy amables. Me trataron muy bien. Eso fue un motivo de orgullo para mí. Tuvimos tantos jugadores reconocidos, incluso campeones mundiales y fueron personas que realmente le dieron valor a mi título», agregó.

Una definición agitada pero muy amistosa

Luiz Joanello llegó como líder del chipcount a la mesa final. Inició la definición usando con solidez esa ventaja. Su más cercano perseguidor era Martín Piñeiro. Por su parte, el venezolano Paulo Carrillo y Gustavo Silva, proveniente del Estado de Minas Gerais, sufrieron las primeras eliminaciones, al sucumbir ante su condición de shortstacks.

El 7-handed fue bastante disputado para todos los participantes en él. Las cosas cambiaron rápidamente y Marcelo Medeiros, que estaba tercero en el conteo terminó por ser el siguiente en despedirse, cuando shoveó con AT desde ciega menor, luego de un open-raise desde el botón, hecho por Martín Piñeiro. La gran sorpresa para Medeiros llegó cuando se encontró con los ases de Walter Oaquim en la mayor.

Después de esto, se dio un duelo entre los shortstacks argentinos Franco Vizzotto y Juan Klas, que se jugaron con K4 y K5, respectivamente, en un board con mucha textura que trajo 6-2-3-5-X, para darle el pozo y la continuidad en el torneo a Vizzotto con su escalera. Después de que el 5-handed se prolongara por un buen lapso, los jugadores decidieron modificar los premios para mejorar los cobros del 5° y 4° lugar.

El argentino Martín Piñeiro se quedó con el tercer lugar del torneo central

Pasado un tiempo tras la realización de este acuerdo, se dieron tres eliminaciones en cuestión de minutos. Joanello dejó sin fichas a Ezequiel Waigel en un flip entre 77 y AT. A su vez, Walter Oaquim despachó a Vizzotto en una jugada similar, en la que el showdown dejó ver un enfrentamiento entre 66 y A8. Los brasileños continuaron imponiéndose, cuando el mismo Joanello dejó fuera de combate a Martín  Piñeiro al aplicarle un bad beat con K8 frente al KQ del albiceleste. Sin embargo, el mayor beneficiado de esa mano fue Walter Oaquim, que había entrado en ella con A8 y logró quedarse con el pozo central, emparejando su cuenta a la de Joanello para iniciar el heads up.

La definición entre los brasileños se facilitó cuando ambos acordaron asegurarse un ingreso de R$225.000 y dejaron solo una diferencia de R$50.000 como bono para el campeón. De esta manera, los finalistas no tardaron en jugarse sus suertes en un nuevo flip. Luiz superó con su AJ el 99 de Walter y terminó así con casi todas las fichas en su casilla. Oaquim tuvo una nueva oportunidad al volver a doblarse, pero sus ilusiones se desvanecieron cuando vino otro flip favorable al nuevo campeón. Joanello se jugó con K7 y Oaquim le hizo frente con 66. Un rey en el river coronó al nuevo monarca de las KSOP.

Walter Oaquim, runner-up de la competencia

A continuación detallamos los pagos correspondientes a los integrantes de la mesa final del torneo, que tuvo un field de 935 entradas, con el cual se generó un pozo de premios de R$2.347.500 (unos US$550.000, aproximadamente):

Campeón: Luiz Joanello (Curitiba – Paraná) R$275.000*

Runner-up: Walter Oaquim (Rio de Janeiro) R$225.000*

Tercer lugar: Martín Piñeiro (Argentina) R$134.000*

4°: Franco Vizzotto (Argentina) R$110.000*

5°: Ezequiel Waigel (Argentina) R$100.000*

6°: Juan Klas (Argentina) R$45.000

7°: Marcelo Medeiros (Rio de Janeiro) R$37.000

8°: Gustavo Silva (Capitolio – Minas Gerais) R$31.000

9°: Paulo Carrillo (Venezuela) R$26.400

*Premios modificados por acuerdos entre los jugadores

Con un título de talla High, Paulo Joanello completó el doblete de padre e hijo

(Imagen por cortesía de MundoPoker)

Para completar la inolvidable jornada vivida por la dinastía Joanello este martes en Rio, Paulo tuvo el reto de no ser inferior a la gran actuación de su padre. Todo había empezado en la previa de esta velada soñada, con una broma entre los dos compañeros de excursión, como lo cuenta mejor el campeón del High Roller en sus propias palabras: «Ésta es una alegría inmensa. Es algo realmente emocionante. Una historia hermosa en absoluto. Mi papá y yo amamos el juego. El lunes, cuando llegó a la mesa final, a mí ya me estaba yendo muy bien en el High Roller, así que le hice esta broma: ‘¿te imaginas si tú ganas el Main Event y yo llego a ganar el High Roller?’. Nos reíamos todo el tiempo con los chistes que hicimos pensando en esa probabilidad».

Para que la historia se diera con toda la intensidad que pudo vivirse, Paulo supo manejar el viento en las velas que lo venía impulsando hacia su triunfo desde la velada previa a la definición: «Resultó que en la sesión del lunes conseguí un muy buen stack. Llegué muy bien al Día Final del evento y eso me dio espacio para poder ausentarme por momentos de mi mesa y acercarme a la de papá para estar apoyándolo allí. En las jugadas de all-in/call corría de mi mesa a la suya. Verlo ganar me dio mayor felicidad que mi propio triunfo. Mis gritos debían escucharse en todos los pasillos. Fue emocionante. Creo que nunca había visto algo así; padre e hijo ganando los dos torneos más importantes de un festival».

Para alcanzar su título, Paulo superó un field muy técnico, al que se integraron 248 contendientes, que pagaron un buy-in de R$6.000. Su avance en la contienda lo llevó a enfrentar a oponentes tan exigentes como los profesionales Felipe Eugenio y Elvis Renan, además de experimentados regulares como Marcelo Dutra y Diego Vilela. Paulo lideró el chipcount la mayor parte del tiempo y se perfilaba como firme aspirante a la victoria en el High Roller y sellar así la hazaña de ser campeón el mismo día que su padre.

Aunque en principio la presencia de Luiz en la definición del Evento Principal podría parecer una distracción que lo apartara de su objetivo de llegar a los premios mayores del High Roller, Paulo supo moverse con solidez e ir resolviendo sus spots al tiempo que seguía con atención el desempeño de su padre. Esa aparente incomodidad, de estar ansioso por acompañar a su progenitor en la jornada más importante de su carrera en el poker hasta hoy, y no poder hacerlo a sus anchas, por tener que estar concentrado también en su tarea en competencia; terminó por convertirse en una motivación.

Al respecto, el menor de los dos campeones Joanello explicó a MundoPoker: «Creo que fue mejor poder seguir a mi padre un poco a la distancia, porque de lo contrario habría estado muy nervioso. No veía nunca los stacks exactos. Solo me acercaba a la mesa cuando se anunciaba una jugada de all-in/call por el micrófono», relató el vencedor del torneo de mayor buy-in en esta edición de las KSOP.

Por supuesto, esa dinámica generó más de un momento cómico que enriquecerá el anecdotario de la vida familiar de los Joanello. Una de esas postales quedó especialmente marcada en la memoria de Paulo: «Hubo una situación muy graciosa, en la que papá estaba en una mano all-in/call y al tiempo yo conseguí la mejor combinación en la mano que jugaba en mi mesa, al virarse el river. Entonces hice mi apuesta y Elvis Renan, mi rival en la jugada, se quedó pensando. El flop ya estaba a la vista en la mesa del Evento Principal y, obviamente, no podía renunciar a mi mano para ir a verla. Cuando finalmente recibí el call de mi oponente, abrí rápido mis cartas y anuncié que tenía las ‘nueces‘. Luego salí corriendo para ver el final de la mano en la que estaba comprometido papá y, por fortuna, todo salió bien», detalló.

En la recta final del High Roller, luego de que Luiz ya se hubiera adueñado del trofeo del Evento Principal, era él quien animaba a su hijo y hacía fuerza por él. Hubo un punto de tensión especial cuando el boliviano Igor Pérez se trepó a la cima del chipcount. Pero Joanello consiguió remontar y coronó la gran hazaña de dejar los dos trofeos más importantes de esta parada carioca de las KSOP en manos de la misma familia.

Integrantes del podio del High Roller (cortesía de MundoPoker)

Mientras se definía el título del último torneo del festival, luego de que Paulo e Igor Pérez hubieran dividido los premios, y ya solo rivalizaran por determinar cuál de los dos se quedaría con el trofeo de campeón, se vivía un apoyo colectivo entre los presentes, que ‘torcían’ por Joanello, en medio de su deseo de que la bella historia de ver a un padre y a un hijo campeones de los dos eventos más importantes de uno de los circuitos más reconocidos en el calendario brasileño, llegara al final soñado.

La varianza así lo concedió y luego de las fotos de rigor y la celebración, los Joanello se retiraron del salón que sirvió de sede a esta jornada de cierre de las KSOP en la temporada 2022, llevando entre sus manos, con orgullo y sonriente satisfacción, los trofeos que testificarán su hazaña por el resto de sus días. En el camino de despedida de esta inolvidable contienda, pudieron recibir un premio con un valor quizá superior al de las dos pequeñas fortunas monetarias que cada uno cobró por sus actuaciones en las mesas: los aplausos de quienes aún seguían como espectadores en el recinto, que aprobaban con dicha el cinematográfico final del rodaje que tuvo por protagonistas a dos nuevos monarcas en uno de los festivales más prestigiosos del primer país latinoamericano que le dio al poker un merecido reconocimiento como deporte mental.

Integrantes de la mesa final del High Roller (imagen por cortesía de MundoPoker)

Despedimos esta crónica con la tabla de pagos correspondiente a los finalistas del High Roller de esta edición de cierre del 2022 en las KSOP:

Campeón: Paulo Joanello R$235.000*

Runner-up: Igor Pérez (Bolivia) R$235.000*

Tercer lugar: Diego Vilela R$140.000

4°: Marcelo Dutra R$105.000

5°: Elvis Renan R$80.000

6°: Helio Chreem R$61.000

7°: Wendel Cader R$46.460

8°: Felipe Eugenio R$36.000

9°: Alan Mauricio R$29.000

*Premios modificados por acuerdo entre los jugadores

Jorge Loaiza

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