El Main Event de la WSOP despidió a su última participante femenina con la salida de Kristen Foxen en el 13º lugar y con ello se eliminaba la posibilidad de tener una representante del género en la mesa final. En esta edición, la proporción de mujeres en la lucha por el brazalete fue inferior al 4%.
En términos generales, la participación femenina en las mesas de poker a nivel mundial suele ser escasa pese a que estamos ya bien entrados en el siglo XXI.
Pese a los esfuerzos de conseguir condiciones de equidad para todos los seres humanos, sin importar sus condiciones de raza, religión y género, entre otras, es claro que queda mucho camino por recorrer en ese aspecto y no me refiero exclusivamente al ámbito del poker, aunque evidentemente si se incluye.
¿Por qué la participación femenina, incluso en los torneos más importantes del mundo es tan escasa? Aunque eso si, se ha incrementado respecto a décadas anteriores, aún sigue manteniendo una proporción muy baja respecto a la participación masculina.
Sin duda es un fenómeno complejo y la respuesta más acertada obedecerá a un entrelazamiento de distintos factores en juego, tema del cuál no seguiremos profundizando aquí para buscar centrarnos en información destacada respecto al tema.
En 2010 Gaelle Bauman y Elisabeth Hille lograron un deep-run histórico quedando a un par de pasos de la mesa final.
El Main Event de la edición 43º de la WSOP vería un acontecimiento histórico respecto a la participación femenina, que jugó un papel destacado gracias a Gaelle Bauman (Francia) y Elisabeth Hille (Noruega) quienes logaron un deep-run sobresaliente tras superar un campo de 6.598 entradas que quedarse con el 10º y 11º lugar, respectivamente.
La recompensa para ambas, fue excelente pues superó el medio millón de dólares, además de la gratificación de conseguir un papel tan destacado ante miles de competidores, la inmensa mayoría de ellos por supuesto, del género opuesto.
10º Gaelle Bauman (Francia) – US$590.442
11º Elisabeth Hille (Noruega) – US$590.442
Ese año fue Greg Merson (USA) quien reclamaría el título tras vencer a Jesse Sylvia (USA) en el mano a mano final. Su recompensa por la hazaña fue por US$8.531.853.
Kristen Foxen logró el avance femenino más notorio desde aquella ocasión en 2012. Se quedó con el puesto 13º y un premio ligeramente mayor que el de sus antecesoras.
Alrededor de 370 mujeres fueron las que participaron en esta 55º edición del Main Event de la WSOP, el de mayor afluencia en la historia con 10.112 entradas registradas.
Apenas lo que representa aproximadamente un 4% del campo total de competidores. Un porcentaje mínimo, sin lugar a duda.
El papel de Kristen Foxen (Canadá) en las etapas ya avanzadas de los días séptimo y octavo de juego fue sobresaliente, desplegando un juego sólido y técnicamente muy bien trabajado. Todo parecía fluir de manera excelente para la jugadora que en algún momento llegó a construir un sólido stack que llegaba a los 66.000.000, liderando a los quince jugadores en la pelea.
Un error grave y desafortunado llegó cuando se enfrentó contra Joe Serock (USA) que abrió desde UTG a 2.400.000 y Kristen pagó defendiendo su ciega grande.
Flop: A♥️ K♥️ J♣️, ambos conectaban pero el par de Serock iba muy por delante. Tras el check habitual, la Cbet de Joe fue por 4.000.000, que le igualó.
Turn: 5♠️, y ante otro check, Serock aumentó el valor de la apuesta poniendo al centro 11.600.000. Ella optó por un movimiento muy arriesgado pronunciando su all-in por 36.900.000 y tras el pago instantáneo de su rival, vería que estaba en riesgo de eliminación:
Joe: A♠️ K♣️
Kristen: K♠️ Q♦️
River: 6♥️, que no cambió nada y entrego un pozo enorme a Serock y con el se hacía del liderato en fichas en ese momento.
Kristen consiguió con este 13º lugar en el Main Event de la WSOP 2024, el mejor cobro en su carrera hasta la fecha por US$600.000 y con este elevó el conteo global de sus cobros en eventos en vivo hasta los US$8.303.409 posicionándose como una de las jugadoras más exitosas de todos los tiempos.
Esperemos que la hazaña de Kristen Foxen motive a más jugadoras en todo el mundo a participar en eventos de poker y que las condiciones de participación se equilibren más adelante, invitando por supuesto, a todos los jugadores a ser respetuosos con todos los participantes en sus mesas, independientemente del género.
