La ciudad de Atlantic City, Nueva Jersey fue testigo nuevamente de uno de los torneos más importantes del poker: The Return Poker Championship. Este certamen empezó con el Mistery Bounty de US$ 2.200, el cual es un atractivo para los participantes por su metodología, misterio y premios. El torneo tuvo 1.361 entradas y recogió un pozo de premios de US$ 2.670.340.
La última mano del Mistery Bounty dejó como vencedor y campeón del torneo al estadounidense Samuel Laskowitz con un premio de US $ 146.609, a pesar de que entró a la mesa final con una diferencia negativa en fichas respecto al resto. Esta recompensa es la segunda más grande en la carrera de Laskowitz, la primera fue un premio de US$ 250.000 en el mes de junio del 2022.
El segundo puesto lo ocupó Anthony Maio y se llevó consigo una suma de US$ 142.054, una importante tasa que le permite aumentar sus ganancias que rondan en más de US$ 1.000.000. Ryan Eriquezzo fue el grinder que quedó en la tercera casilla con US$ 132.093, sin embargo, se llevó un sinsabor porque fue el líder en recompensas recolectadas, pero continuó siempre cobrando el mínimo que equivalía a US$ 500.
Así quedaron las posiciones en la mesa final del Mistery Bounty de US$ 2.200:
Posición Jugador Premio
1Samuel Laskowitz $146,6092Antonio Maio $142,0543Ryan Eriquezzo $132,0934Fortaleza de Baruch $123,8175Máximo Urvantsev $122,8446Benedetto Bianco $116,7007Constantino Bogiatzis $116,2498Francisco Anderson $104,0849Ryan Dodd $92,098
El suspenso por el premio de US$ 250.000
Luego de 18 horas de juego, precisamente 17 horas compitiendo y una hora en deliberaciones, se llegó a un consenso entre los 9 jugadores de la mesa final en cuanto a las recompensas. Aunque Samuel Laskowitz fue el campeón, Ryan Dodd, quien tuviera menos fichas en la mesa final, se llevó el gran premio de US$ 250.000.
Este premio mayor no fue reclamado hasta la mesa final y esto conllevó a que se llegara a un trato donde ICM fuera el responsable de entregar el pozo de premios. El dilema para entregar este premio misterioso era qué hacer con las nueve recompensas que restaban, pues según las reglas de Borgata, se impedía que los participantes solo jugaran para reclamar recompensas de este tipo. Entonces, gracias a una propuesta de Benedetto Bianco, se hizo un sorteo donde el jugador que sacara la carta más alta se llevaba el premio mayor, y finalmente el afortunado fue en esta ocasión Ryan Dodd.
