El campeón del Evento Principal en la más reciente edición de la Serie Mundial aceptó una invitación al podcast The Chip Race y se refirió a las acusaciones que se le hacen, por lo que algunos consideran fue un triunfo con ayuda. Aseguró no haber hecho nada contra las reglas y dio a entender que no recibió ningún apoyo distinto que aquel con el que cuenta cualquier deportista por parte de su entrenador o su equipo técnico.
El Campeón Mundial asumió postura ante las acusaciones que pesan sobre su victoria: «No he hecho trampa; pero no podré cambiar la opinión de muchas personas».
Luego de la soñada actuación que lo llevó a apoderarse del brazalete más codiciado en la más reciente edición de las World Series of Poker (WSOP), paradójicamente, el estadounidense Jonathan Tamayo, no ha tenido un entorno tranquilo que le permita celebrar su triunfo. El campeón del Evento Principal de la Serie Mundial, título que le dejó un botín de US$10.000.000, ha estado expuesto a la presión de grandes figuras en la comunidad internacional del poker. Las evidencias de que durante la mesa final del codiciado US$10.000 NLH World Championship, Joe McKeehen y Dominik Nitsche asesoraron a Tamayo en su desempeño, con la asistencia de un solver; han desencadenado una polémica que para algunos ha llegado al extremo de pronunciarse señalando su victoria como una mancha contra el juego limpio y la forma en que debe regirse el poker.
Hasta ahora, Tamayo había estado al margen de la polémica; pero una invitación de Dara O’Karney para una entrevista en el podcast The Chip Race fue la oportunidad elegida por Jonathan para romper su silencio en este debate. De entrada, el campeón no se refirió solo al escándalo, sino que abordó prácticamente todos los aspectos relacionados con la definición del Evento Principal de las WSOP. Uno de los temas iniciales fue la preparación que tuvo Jonathan para la instancia definitiva del torneo. Recordó que en 2015 él mismo ayudó a Joe McKeehen a prepararse para encarar la mesa final de esa edición de la competencia y también terminó con el brazalete en su poder.
«Tienes que tener una estrategia ejecutable. Si la estrategia es demasiado compleja, entonces no vas a poder ejecutarla bien. Una estrategia no tan óptima, pero fácil de ejecutar; es mucho mejor que un plan tan complejo, que se haga imposible de recordar», analizó el campeón.
Desde esa perspectiva, Tamayo relató que él y sus dos asesores estuvieron trabajando en estrategias efectivas para el día de la final. Irónicamente, el spot que más repasaron fue un eventual enfrentamiento entre ciega mayor y botón, contra Joseph Sorock; un escenario que finalmente no se presentó nunca.
Jonathan declaró no haber hecho nada que significara incumplir las reglas del torneo. Aclaró que no se realizaron simulaciones en la laptop que usaban sus asesores y que para él fue desmesurada la importancia que se le dio a esa supuesta asistencia, que no fue tan determinante como quienes polemizaron quisieron hacerlo ver, según afirmó el entrevistado:
«Ellos básicamente me dijeron: ‘Nosotros vamos a manejarlo, tú solo juega. Si hay algo que debamos decirte, te lo diremos’. Así que yo simplemente estaba enfocado en lo que iba a hacer. Dominik me dijo que me sintiera en libertad de hacer cualquier ajuste dentro del juego, según lo que yo considerara necesario, y si ellos veían que se trataba de una decisión incorrecta, me avisarían. Eso fue básicamente lo que hicieron».
La mayor parte de los jugadores reconocidos entre las figuras de la élite mundial alimentaron un agitado debate público sobre lo que había sucedido. Se preguntaron si se había hecho uso de solvers durante el desarrollo de la mesa final y si estaba acorde con las reglas que algo así sucediera. Algunos incluso fueron más allá y cuestionaron que se hubiera permitido tan explícitamente ese evidente uso de asistencia tecnológica. En días recientes, el propio Daniel Negreanu sugirió que había que hacer algo al respecto y que la obligación prioritaria de la organización de las WSOP tendría que ser sentar «claridad en las reglas». El canadiense se pronunció al respecto en el podcast de Doug Polk, en el que también apareció Jordan Griff, escolta de Tamayo en la definición del NLH World Championship.
Por su parte, el alemán Dominik Nitsche, asesor del nuevo campeón mundial, encendió más el fuego en las redes, al publicar en X un trino mas que provocador: «La mejor parte de una victoria en el Evento Principal, es definitivamente el dinero. Pero la segunda mejor parte es ver lo enojados que se ponen los idiotas más grandes de las redes, cuando ven a alguien usando una computadora portátil en el rail (apoyo)».
Respecto a las reacciones del público frente a su actuación y las posteriores publicaciones, acusaciones y señalamientos, Tamayo se mostró bastante estoico: «No podré cambiar la opinión del 90% de la gente. Muchas personas están diciendo cosas en internet y ya han formado muchas opiniones con eso».
Lo que sí consiguió hacer Jonathan fue explicar que él no entiende cómo funcionan gran parte de las ayudas tecnológicas que se utilizan en el poker: «No he estudiado con solvers; ni siquiera sé cómo funcionan. He tenido un coach con ellos para partidas de cash; pero yo no sé cómo usarlos. La mayor parte de mi tiempo, la empleo jugando. Es complicado mantener el balance. Estudiar te ayuda a jugar mejor; pero jugar es lo que te da dinero. Entonces, ¿en qué punto dejas de estudiar y empiezas a jugar?», expuso el jugador.
Ante la pregunta sobre los eventuales cambios en las reglas que deberían hacerse para evitar controversias como la que se presentó en su caso, Tamayo prefirió desentenderse del tema: «Afortunadamente, es una pregunta que no tengo que responder, porque no soy organizador. ¿También vamos a tener un debate sobre cómo se va a manejar el coaching a partir de ahora? Tampoco tengo la respuesta para eso. Ya se les ocurrirá algo. He bromeado con uno de mis amigos pensando que tal vez le pongan mi nombre a una nueva regla», concluyó Jonathan.